Desato el nudo de mi garganta
he encontrado la promesa idónea en esta tarde gris,
es el llanto del gélido día el que me abraza
son las remembranzas las que susurran aquí.
Decepciones que se dibujan y confabulan,
ilusiones que se suicidan y quieren resurgir
son los cantos de los segundos los que han muerto
son las palablas las que han partido a un "más allá"
Sueños rotos cual cristales brillan,
mariposas que el viento lleva a la deriva,
la tozudez de un recuerdo que palpita
la muerte de la caricia que se olvida.
Y el dolor se hace cortante
el aire ha saturado sus miradas
aquello que al parecer era tangible
resultó no ser más que un hielo al sol.
Y se caen los sueños, las imágenes...
resbalan los velos y no se si quiera ver.
La realidad vista de frente es más dura
y al vacio que llena todo quiero evitar.
Tratando de llenar las manos de agua pura
la desolación se profundiza más y más
van quedadando las heridas más profundas
y el frió lastima tanto como la sal.
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