Candados, rosas, cisnes, aras, cadenas.... puentes de enamorados... la ilusión de que algo pueda durar por algo más que un suspiro puede resultar tan tierna como aterradora. Mucas veces los símbolos que utilizamos para representar al amor al igual que las miles de canciones que lo nombran, llevan consigo una historia de sacrificio, renuncia y de pérdida de libertad. Otras tantas, parecen ser historias resilientes donde pese a lo adversa que pueda ser una relación de pareja, dos extraños deciden seguir como compañeros de viaje en la aventura que es vivir.
Expresiones como "sin tí no puedo vivir" o "lo dejaría todo por volverte a ver" más allá de la idea romántica que expresan y una melodía en muchos casos melancólica , no dan cabida a la expresión del SER de dos personas que, aunque no quieran, son distintas y por tanto merecen la libertad de tomar decisiones y hacer cosas diferentes disfrutando plenamente de su libertad. ¿Serán los cuentos de hadas, las películas románticas o las telenovelas las responsables de este imaginario del amor? o ¿es simplemente que en el proceso de evolución el ser humano jugó en contra suya al complicar el proceso de la reproducción?
Probablemente todos en algún momento nos aferramos como si fuera agua en medio del desierto a la idea de encontrar ese ser que "nos haga sentir completos" o nos permita por un segundo ser "algo más que un simple ser" y nos alivie de las tardes de domingo en soledad, de las horas vacías de actividad y de esa sensación de angustia y vacío existencial que aveces nos embriaga al terminar el día.
¿Qué buscar en una pareja?,¿De quién nos enamoramos? y ¿Por qué? las explicaciones van desde los astros y el destino hasta complejas investigaciones sobre neurotransmisores y factores genéticos sin embargo, en el día a día, somos millones de mortales quienes tratamos de comprender lo incomprensible, pues más allá de las razones y de toda la literatura de por medio, sólo queda la incertidumbre.
Luego de revisar algo de literatura al respecto, creo, en definiva, que al encontrarse dos personas que se consideran incompletas sigue existiendo en medio un muro invisible que las divide ya que cada quien espera ingenuamente que el otro sea capaz de llenar los pedazos que faltan sin darse cuenta que el otro, una persona diferente y desconocida que por ilusión, engaños hormonales o perseverancia a quien le asignamos la dificil tarea de adivinar nuestros pensamientos y deseos y de darnos lo que aún no descubrimos que queremos.
Veo en tantas ocasiones cómo vamos creando máscaras que se encargan de mostrarle al otro lo que creemos deseará de nosotros que terminamos haciendo de nuestras relaciones de pareja una obra de teatro insostenible, en la cual la idea original de ser con y en el otro acaba por eliminar al protagonista de la historia o a su co-protagonista.
Luego de escuchar El Amor del cantautor Ricardo Arjona, por sugerencia de un amigo, me puse a analizar la letra y compararla con muchas de las cosas que se escuchan dentro de la terapia o en las charlas de café con amigos, las divagaciones a continuación serán fruto de discusiones al respecto...
Espero que sea de su agrado...
No hay comentarios:
Publicar un comentario