Veo extenderse el poder de tu noche,
caudalosas llamas jugando a matar.
Se cierra la puerta y un alma que clama,
el suspiro de un amante no correspondido,
una historia de amor, llegando al final.
¿Sigues aquí? Susurra el viento
Sabe que tú has sido el mayor tormento.
Inexplicable entregarse a este sentimiento
De quererte cerca y saberte tan lejos.
Cae la noche y me pierdo en tu mirada,
En esa que sin estar, fue por siglos imaginada.
Te pienso, te recupero y te pierdo.
Trae el fuego luz pero también sufrimiento.
Me quemo…
Me abrazas en una lucha cuerpo a cuerpo,
Siento tu calor y también tu sufrimiento,
Te vas ahogando y te rescato con un beso.
Me quemo…
Arden las heridas por haberte conocido,
Quema el alma rota que no has correspondido
Te veo extinguirte y reavivar otro incendio.
Me pierdo…
Llega un abrazo, un biso de esperanza,
el refugio en tu aliento.
Y cual flama que danza en lo eterno,
Te aproximas y luego te pierdo.
Me quemo…
Estoy en medio de tus brasas
Me va derritiendo tu mirada
Me abrazas, me sofocas y me matas.
Me quemo…
Quizás sólo fui el aire que te dio vida,
Quizás ese espacio vacío que te permitió brillar
Me voy reduciendo a nada, tú me consumes
Necesito de tus llamas, poder escapar.
Vuelo…
Cuál si fuese un Ave, me elevo en lo alto
Una chispa de luz intentando cantar
Tocaré otras almas, rozaré otros labios,
Soy ceniza eterna jugando a brillar.